domingo, 27 de mayo de 2012

Décimo capítulo.


Siento no haber publicado capítulo desde el jueves,pero por diversos motivos personales me ha sido imposible. Espero que os guste este,aunque siguen sin tener demasiado contenido, es la primera historia que escribo y me cuesta un poco... En el próximo capítulo ya serán las entrevistas y a lo mejor algo de los juegos,pero no prometo nada. Gracias, y un besazo enorme :) (¿Podéis recomendar mi blog por ahí? Es que creo que nadie me lee a parte de los que yo sé que sí xD)

Cuando abrí los ojos, un débil rayo de luz se colaba por las cortinas que estaban mal cerradas. Me estiré tranquilamente y me levanté. Me apoyé en el umbral de la ventana y miré la calle con detenimiento. Había mucha gente. Una niña se me quedó mirando, parecía que como con pena. La saludé tiernamente y la vi empezar a llorar. En un primer momento sentí pena por ella, pero luego desterré ese pensamiento ¿Acaso no era su gente la que se divertía viéndonos morir? Ella por lo menos iba a tener una vida llena de lujos y felicidad, mientras que yo podía estar a punto de morir. Miré el reloj. Las nueve de la mañana. Me di una larga ducha y me puse un traje de entrenamiento. Era muy parecido al de los otros días, pero a este le habían añadido el nombre en una chapa en la parte delantera y habían cambiado las botas negras por una botas marrones claritas que no pegaban ni con cola. Desayuné cuando no había nadie. No me apetecía cruzarme con nadie. Me hallaba dándole vueltas al chocolate mientras miraba por la  ventana de frente a mí cuando Gavin y Llue irrumpieron en la soledad del comedor.
-Termina ese chocolate que debes ir a los entrenamientos.-Me dijo Gavin mientras se abrochaba un botón de su camisa.
-¿Las demostraciones no son a la hora de comer? –Pregunté después de tomarme un trago de chocolate caliente.
-Claro,pero no hay que ser muy listo para saber que antes debemos terminar de entrenar un poco más –Me dijo Llue enarcando las cejas.
Terminé mi chocolate y monté en el ascensor. Cuando quisimos empezar a entrenar era ya la una de la tarde, y las demostraciones empezaban a las dos y media. Hicimos un par de circuitos y subimos a comer. Tras la comida bajamos rápidamente a la sala de espera. Allí teníamos que esperar todos juntos a que nos fueran llamando. A las dos y media en punto llamaron al tributo masculino. Su nombre era Jacob Durkey. Mientras iban entrando y saliendo los tributos de los primeros distritos intenté recordar algunos de sus nombres. Aldara y Jacob del uno; Rose y Aiden del dos; Victoria y Timothy del tres. Llamaron a Llue. Mi vista estaba fija en él. Se dirigió a la puerta con total seguridad, y en el último momento,antes de entrar, me miró. Supuse que quería unas palabras de ánimo,o una sonrisa,pero yo le respondí con mi mirada y mi semblante serio. A los quince o veinte minutos llegó mi turno. No miré atrás. Entré rápido y saludé indicando mi nombre y mi distrito. Dijeron que podía comenzar cuando gustara. Decidí coger en primer lugar la espada. Acerté en el corazón de dos muñecos, decapité a uno y a otro le clavé la espada en el estómago. También hice un par de trampas y mezclé unas pinturas. Había pensado utilizar la espada finalmente de nuevo pero dijeron que podía marcharme. Subí a mi piso.
-Dios mío Bella,¿Qué has estado haciendo?¿Reconstruir la sala? –Me recibió Mags.
-No –Dije negando con la cabeza en un tono bastante cortante.-¿ Por qué? Dudo que me sirva de algo saber arquitectura en la arena..
-Has estado dentro tres cuartos de hora, pensamos que debías haber estado haciendo algo especial. – Dijo Llue encogiéndose de hombros.
¿Tres cuartos de hora? Imposible. A mi me habían parecido diez minutos. ¿Significaría eso que disfrutaba manejando la espada? Podría ser.
-He manejado un poco la espada y he hecho un par de trampas. –Me limité a decir. Antes de que pudieran preguntarme nada más subí en el ascensor al piso trece. Tenía la esperanza de que Miles estuviera allí, me apetecía pasar un rato charlando con alguien que no deseara echarme la bronca sobre por una cosa u otra. Me senté en el banco donde habíamos estado hablando la pasada noche. Parecía que había pasado una eternidad, y sin embargo sólo habían sido un par de días. Llego la hora de bajar para ver las puntuaciones. Miles no había venido. Tendría cosas que hacer, tampoco podía pretender que se pasara el día en aquel ático esperando a que yo apareciera. Me coloqué en el sofá que estaba frente a la televisión. Andrea hizo ademán de decir algo, pero ante mi insistente mirada imperturbable al televisor, no me habló. Llue llegó cuando Connor Ohaio y Braxley Duskop comenzaban su discurso antes de decir las puntuaciones. Se sentó a mi lado y me dijo un hola tan bajito y cercano que casi fue imperceptible. A medida que el discurso tocaba su fin, notaba como Llue se acercaba a mí, hasta el punto de que mis piernas y las suyas estaban pegadas. Crucé los brazos y me reacomodé en el sofá ignorándole. Distrito uno,dos,tres.. Cuatro. Todos en el salón guardamos silencio. Primero salió la puntuación de Llue: Nueve. A continuación la mía: Nueve. ¿Nueve? Madre mía, no podía creérmelo. Nos levantamos y todos nos abrazamos con todos. No escuchamos el resto de las puntuaciones. Llegó el momento de abrazar a Llue, y en un principio fue como a los demás,pero de pronto recordé quién era él, quién era yo, que hacíamos allí y el motivo de nuestro abrazo. En dos semanas uno de nosotros estaría muerto. Eso me hizo que le abrazara con más fuerza. Ahora el miedo se apoderaba de mí, ahora que la realidad me caía como una pesada losa. Sólo quedaban dos días para llegar a la arena. Una lágrima rodó por mi mejilla hasta caer en la camisa azul de Llue. Después vino la segunda,la tercera,cuarta,quinta….. En menos de un minuto me hallaba en medio de un llanto ahogado que no me permitía hablar, sólo llorar y llorar. Entonces me di cuenta de que solo estábamos Llue y yo ,con dos avox más, en el salón. Me agarró suavemente del brazo y me llevó a mi habitación. Abrió la cama y yo me metí en ella con la ropa puesta. Aún lloraba y tenía los ojos rojos. Él se sentó a mi lado en la cama y pasó un brazo por detrás de mi cabeza acercándome a él. Me acariciaba el pelo mientras mis ojos se cerraban. Pronto una pesadilla vino a mí, dejando después paso a un sueño profundo que duraría el resto de la noche.

4 comentarios:

  1. Ohhh! Me gusta mucho como ca la relacion entre bella y llue :) <3
    Sigue escribiendo jajaja lo haces muy bien!
    Un abrazo

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  2. Me encantaa! :) Espero con ganas las entrevistas y la arena :) <3

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    1. Gracias mi cielito, a ver que hago para entonces... xD
      Te quiero <3

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