jueves, 9 de agosto de 2012

Décimoctavo capítulo


HOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOLA,Ya estoy de vuelta!Bueno,en realidad volví el domingo pero me ha sido imposible escribir hasta hoy,que me ha venido una gran gran inspiración. Hoy(Lo sé,soy tonta) me he dado cuenta de que he repetido dos nombres,pero a estas alturas de la historia no lo puedo cambiar xD Así que cuando repita el nombre intentaré ser bastante explícita para indicar quién es quién,perdonad mi confusión,estoy muy tonta xD Ya me he puesto al día con todos vuestros capítulos y blogs,y como siempre están genial!El campamento ha estado genial,me hubiera encantado quedarme más pero  no podía ser!Este  es el capítulo más largo que he escrito..Dios,he sufrido escribiendo xD Sigo esperando las críticas negativas y positivas,POR FAVOR,Las necesito!!Espero que os guste el capítulo e intentaré subir más a menudo.. (SOLO INTENTAR,YO NO PROMETER NADA!)

Pasé varias horas del día cuidando de William. Me arranqué una manga del traje y la mojaba en el pequeño riachuelo que teníamos cerca para después colocarla en su frente e intentar frenar la fiebre. También tenía que vigilar que no se rascara la herida porque eso le produciría más daño. No comí casi nada en todo el día. Douglas intentaba chantajearme para quedarse él cuidando a nuestro compañero y que yo paseara por ahí y me despejara,pero yo no me quería apartar de Will. Douglas sabía bastante sobre esta enfermedad,porque le gustaba mucho la medicina y se mantenía informado,así que me contó que si no se trata,es letal. Mi cabeza tardó poco en asimilar esa información y maquinar un absurdo plan,el cual era conseguir que todos murieran y sólo sobreviviera Will para que se le llevaran al Capitilio y le curaran con ese equipo médico espectacular que tienen. ¿Cómo iba a hacer que se murieran todos?¿Iba a dejar que muriera Dogulas? Ese era otro problema.Yo quería que sobrevivieran los dos,Douglas y Will,pero era imposible¿Cómo iba a permitir el Capitolio que hubiera dos vencedores en los Juegos? Eso sería un acto demasiado rebelde.
Durante los demás días la cosa fue a peor.Will pasó a la siguiente fase de la enfermedad,cuyo nombre era fase neurológica,que afecta al sistema nervioso central. El síntoma que peor llevábamos todos era las alteraciones de sueños. Desde que empezó a padecer estas alteraciones,Douglas y yo tuvimos que hacer turnos para dormir y velar sus sueños. Will se despertaba alterado y confuso,pensando que estaba en casa. Se incorporaba y empezaba a dar vueltas hasta que se tropezaba y caía,incluso una vez pisó una planta con grandes pinchos y estuvo sangrando hasta que nos despertamos y lo vimos. Sus sentidos le fallaban,a veces no era capaz de sentir contacto con su piel,dejaba de ver o incluso de oír.
Ya rondaba el décimo día en la arena. Eran más o menos las cuatro de la tarde según yo estimaba por la posición del sol. Douglas y Will estaban echados la siesta y yo estaba sentada en una piedra no muy lejos de ellos haciendo guardia. Cogí una cuantas ramas de un árbol cercano y me puse a trenzar. Lo primero que hice fue una corona de ramas y hojas.Me las había enseñado a hacer mi padre cuando yo era muy muy pequeña para regalársela a mi madre. Después hice unos nudos para lanzar al riachuelo con la esperanza de que picara algún pez. Me encontraba haciendo y deshaciendo trenzas cuando Douglas se despertó y se sentó junto a mí en la roca,la cual era tan pequeña que casi nos caemos los dos. Al final opté por sentarme en el suelo frente a él.
-Bella –Habló Douglas y alcé mi mirada sonriendo hacia él.-Me gusta cuando sonríes.Lo haces incluso estando donde estamos –Él rio y yo me sonrojé.-Puede que cuando vuelvas a casa las cosas no sean igual que antes,pero tienes que seguir sonriendo.-Abrí la boca para decirle lo mismo de siempre:Que yo no iba a ganar,que él tenía que volver a casa,bla bla bla…Pero él me cortó.- Esa corona es muy bonita¿Me enseñas a hacerla?
Asentí y le entregué el material que necesitaba.Me limité a enseñarle rápidamente.Le observaba en silencio como lo hacía mientras yo pensaba y reflexionaba. Tenía que hallar lo antes posible la manera de que ganaran ellos. Tardó menos de lo que yo esperaba en hacer la corona,y me la enseñó con aire triunfal.
-Te ha quedado muy bonita –Le dije sonriendo.
-La tuya está mejor –Dijo señalando la corona de por la mañana.
-Bueno,llevo muchos años en el oficio –Reímos los dos.- Yo te voy a estar enseñando todo el tiempo que haga falta,y en unos años nos saldrán unas coronas de flipar –De pronto callé cuando me di cuenta de lo que había dicho.No había mucho más tiempo para hacer esas coronas,y menos hacerlas juntos.
Ambos hicimos como que no había pasado nada y yo me acurruqué al lado de Will para fingir que estaba dormida.Cerré los ojos y me dedique a imaginar que seguía en casa.Casi podía oler las últimas galletas que hizo mi madre en Navidad,el año antes de que se muriera papá.Mi tacto recordaba a la perfección el suave traje de novia de mi madre que estaba guardado en el desván.Recordaba los malos chistes que contaba Jack las tardes de los domingos lluviosos.Me di cuenta en ese momento de una cosa muy tonta.Will,mi compañero Will del distrito 7,se llamaba igual que mi hermano Will.
Dos golpecitos en la espalda me sacaron de mis sueños. Me giré aún adormilada intentando ver qué pasaba. Will estaba sentado a mi lado mirándome. Me incorporé rápido.
-Will,¿Dónde está Douglas? –El negó con la cabeza y se encogió de hombros.-DOUGLAS,DOUGLAS-Empecé a caminar entre los árboles, estaba un poco perdida pero también estaba convencida de que aparecería Douglas y volveríamos con Will-¿Dónde est…?-Alguien me agarró los brazos y me tapó la boca. Yo forcejeaba e intentaba hablar pero me era imposible.
Ese alguien me empujó al suelo y quedé de rodillas. Me ató las manos con unas ramas y me metió una fruta de no sé qué árbol en la boca. Las lágrimas caían por mis mejillas. Mi vida estaba llegando a su fin y ni siquiera había podido despedirme en condiciones de la gente que quería. Agaché la cabeza,y únicamente la incorporé para ver quién iba a ser mi asesino. Asesina más bien. La chica era tributo del distrito 3.Recordaba haberla visto en los entrenamientos. Creía recordar que Victoria era su nombre.
Mis gritos se ahogaban. Con todas mis fuerzas intentaba escupir aquel fruto ácido. Victoria estaba entretenida buscando algo en sus mochilas(tenía tres),que tardó en encontrar unos diez minutos. El filo de la espada relucía con los escasos rayos de luz que se colaban por las copas de los árboles. Mis ojos,rojos,lloraban cada vez más y miraban con temor aquel arma que iba a matarme. No era capaz de afrontar la muerte. Cerré los ojos. Un grito rasgó el silencio. Al abrir los ojos pensé que me encontraría a Douglas,pero mi sorpresa fue mayor al ver que había sido Will el que estaba encima de Victoria. Las ramas que sujetaban mis manos dejaron de apretarme porque Douglas también había llegado. Me quitó el fruto de la boca y me mandó correr.
-Bella,vete,ya me encargo yo de Victoria.Llévate a Will.
-Ni hablar Llue –Dijo Will en un momento en el que apartó a la tributo de un golpe.Que raro se me hacía que él le siguiera llamando Llue en vez de Douglas.-Me quedo contigo,que se vaya ella.-Victoria volvió a la carga y tiró a Will al suelo.
En ese momento Douglas se iba a acercar a ella,pero yo fui más rápida. Había cogido un hacha de una de las mochilas de Victoria a la que ya tenía echada el ojo. Salté encima de esta tributo y la clavé el hacha en el abdomen. Me levanté,temblando,tiré el hacha al suelo y me tiré junto a él enterrando la cara en mis manos y llorando desesperada. Acababa de matar a una persona. En ese momento odiaba a mi persona y odiaba la sensación. En el fondo sabía que lo que había hecho era en defensa propia y por ello importaba menos,pero otra parte de mí seguía diciéndome que era un monstruo. El sol ya había sido remplazado por una brillante luna llena. Volví a levantarme y me percaté que Will y Douglas se habían alejado un poco más,y me acerqué a ellos. Will estaba intentando dormir,pero me llamó con los brazos abiertos para que le abrazara. Le apreté entre mis brazos y no tardó en quedarse dormido. Douglas dijo que él haría la primera guardia,pero yo no podía dormir de todas formas. Mi cuerpo seguía temblando y la sensación no se alejaba de mí. Douglas estaba de pie apoyado en un árbol con los brazos cruzados y me miraba con una sonrisa tranquilizadora. Aquel momento es de esos que decides no olvidar nunca.De esos momentos que cuando han pasado lloras por no haberlos disfrutado más. De esos momentos que se van tan rápido como han venido. La flecha que atravesó el pecho de Douglas en ese momento acabó con su vida,y también con una parte de la mía. Ocurrió tan rápido…. Tardé en reaccionar,pero pude ver quién le había matado,aunque era obvio.Había sido el profesional del distrito uno. Se alejó corriendo y yo me levanté como una bala hasta el lugar de Douglas. Pensé que se me habían acabado las lágrimas,pero estaba equivocada ya que en aquel momento caían como grandes cortinas de agua de mis ojos. Aún sentía algo de pulso en el cuello de mi compañero.Él me miraba con sus preciosos ojos verdes. Will también se acercó. Yo seguía llorando desconsolada gritándole que no se podía morir,no ahora.Tenía que ganar los juegos,tenía que estar conmigo hasta el final.
-Will,cuídala,cuídate.No dejéis que ese profesional gane…-Dijo empleando toda la fuerza que le quedaba.-Bella –Me acarició la mejilla y yo le acaricié la mano.-No dejes que ninguna muerte caiga en el olvido.Sé feliz¿Vale? Y quédate con la corona,tienes muchas que hacer por mí –Me sonrió y yo le daba golpes en el hombro,insultándole por dejarnos solo.
En ese momento yo no podía asimilar su muerte,aún estaba vivo.Cerró los ojos.Respiró por última vez.Le abracé negándome a soltarle nunca.Nadie se lo llevaría de mi lado.Nadie.Ni siquiera la muerte.